sábado, 28 de agosto de 2021

Convento de las Mínimas de Triana


 

Dando un paseo por el arrabal trianero, paramos a mitad de la calle Pagés del Corro y allí está situado el Convento de Nuestra Señora de Consolación, Monasterio de Monjas Mínimas.

A Sevilla llegan las monjas mínimas en 1565 .El nuevo convento es puesto bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salud en lo que actualmente es la calle Pagés del Corro y muy cerca del convento masculino de Nuestra Señora de la Victoria, solar que actualmente ocupan los Paúles y Maristas.

 En Triana permanecen 30 años, hasta que el Guadalquivir inundó el convento en el año 1595 dejándolo inhabitable, lo que obliga a la orden a trasladarse a un nuevo convento con el nombre de Nuestra Señora de la Consolación, en la calle Sierpes esquina con la calle Rioja.

Una vez reparada la casa de Triana, parte de la comunidad volvió en 1602  a su antigua sede por petición de los feligreses del barrio.

Ambos conventos de mínimas coexistieron hasta el siglo XIX, con la desamortización de Mendizabal y la posterior Revolución La Gloriosa, el convento de la calle Sierpes es cerrado y abandonado y las monjas de este, se unifican en el convento de Triana cambiando la titular de Nuestra Señora de la Salud a Nuestra Señora de Consolación.

El exterior del convento tiene una sencilla portada neogótica con el lema de los mínimos (Cháritas). A la izquierda de la portada podemos ver un gran retablo cerámico de la Esperanza de Triana, la espadaña campanario de dos cuerpos y la puerta de la Fundación Padre Leonardo del Castillo, Costaleros para un Cristo Vivo.

A la derecha vemos cuatro ventanas del convento y entre ellas el retablo cerámico del Cristo de las Penas de la Hermandad de la Estrella.

 













Atravesando la puerta se entra al compás donde podemos ver en el frente una hornacina con la imagen de la Virgen de Guadalupe, el acceso al convento y al torno; y a la izquierda la puerta de la iglesia presidida por San Francisco de Paula en una hornacina. Dentro del compás también se puede ver el antiguo púlpito de forja y un retablo cerámico del Cristo de las Tres Caídas de la Esperanza de Triana.

La clausura conventual se organiza en torno a dos patios, además del compás de ingreso. El claustro principal está formado por dos niveles, siendo el cuerpo inferior porticado. El superior está cerrado y presenta aperturas en forma de balconeras. 

 

 
















Entramos en el templo, la iglesia conventual tiene una única nave que se cubre con bóveda de cañón, en los muros pintados de blanco vemos cuadros que representan a los Apóstoles.

En la cabecera de la nave vemos un Retablo Mayor barroco rococó del siglo XVIII, presidido por la talla de Nuestra Señora de Consolación en su camarín. Porta en una de sus manos al Niño Jesús y en la otra un pequeño barquito indicando su protección a los marineros.

A ambos lados vemos las imágenes de San Agustín y de San Sebastián, esta proviene del antiguo hospital trianero de San Sebastián; junto a relieves de San José y San Antonio de Padua. En el ático hay una pequeña imagen de San José y en relieve de la aparición del Ángel a San Francisco de Paula.

A los pies del templo se encuentra el coro presidido por un crucificado, bajo el que se encuentra la reja de la clausura, flanqueada por dos los altares vitrinas dedicados a la Virgen.

 

 








En el muro de la Epístola hay tres retablos, primero el de Nuestra Señora de la Salud, antigua titular del convento, tanto el retablo como la imagen son del siglo XVIII. En sus laterales se sitúan pinturas dedicadas a San Fernando, la aparición de la Virgen de los Reyes en el campamento de las tropas cristianas y la aparición de la Virgen de la Antigua. En el ático vemos la pintura de la Virgen de la Rosa.

El segundo retablo está dedicado al Cristo Atado a la Columna. El retablo es barroco del siglo XVIII, decorado con rocallas doradas sobre madera en su color y la imagen del Cristo es de la escuela de Pedro Roldán de hacia 1700. Se corona con una hornacina con una pequeña imagen de Santa Rosa de Lima.

El tercer retablo está dedicado a San José, también de estilo barroco con pinturas laterales de los Santos jesuitas Ignacio de Loyola y Francisco Javier.

 

 








En el muro del Evangelio primero vemos un retablo de San Francisco de Paula, fundador de la Orden Mínima. El retablo es barroco del siglo XVIII presidido por una imagen  del siglo XVII. Le acompañan imágenes de los santos de la orden Nicolás de Longobardi y Gaspar de Bono. En el ático, pinturas de la Virgen de la Consolación, Santa Teresa y San Juan de la Cruz.

En el segundo y último retablo vemos un interesante Cristo Crucificado de tamaño académico del siglo XVII.








Por último reseñar que en la clausura hay otras imágenes de gran valor como una Virgen Dolorosa de talla completa que en su origen se encontraba en la iglesia en el retablo del Cristo Crucificado. Un busto de un Cristo Ecce Homo y la Virgen del Tránsito, a la que más adelante le dedicaré una entrada al haberse expuesto en veneración pública tras más de cincuenta años sin salir de la clausura.

 

 




¡Espero os haya gustado este reportaje!

lunes, 23 de agosto de 2021

Mairena del Alcor


 

Seguimos con la ruta por pueblos de la provincia de Sevilla.

Hoy nos vamos a Mairena del Alcor.

Este municipio se encuentra a 21 kilómetros de Sevilla, en la comarca de Los Alcores y tiene 23700 habitantes.

Arriba y abajo vemos el Ayuntamiento del municipio que se encuentra en la plaza Antonio Mairena. En el centro de la plaza vemos el monumento Alegoría a la Cultura, realizado por Jesús Gavira.








En una de las esquinas de la plaza se esncuentra la Capilla del Cristo de la Cárcel. El templo es de finales del siglo XVII y tiene una nave con bóveda de cañón y cúpula en la cabecera. Se construyó adosada a la cárcel de la villa para albergar la imagen pictórica que anteriormente se veneraba en la capilla de la cárcel.  Una ventana permitía a los presos asistir a los oficios religiosos. Su aspecto actual se debe a las diferentes reformas efectuadas en las décadas segunda y última del siglo XX. 
El Cristo de la Cárcel, que goza de mucha devoción y fervor, es un cuadro pintado al óleo sobre lienzo, representa a un crucificado sobre fondo negro. En su cabeza, coronada de espinas e inclinada sobre el hombro derecho, brillan tres potencias doradas de orfebrería.
 
 
 
 








 
 
 
Nos vamos ahora a la calle Real y en ella está situada la Casa Palacio de los Duques de Arcos
 El inmueble está compuesto por varios edificios construidos a lo largo de cinco siglos. Se estima que el palacio originalmente destinado a funciones residenciales se fundaría en el siglo XV tras la donación de la Villa de Mairena a Pedro Ponce de León.

Del edificio sólo se conserva un patio porticado despojado de las ricas yeserías que lo exornaban en origen. En el XVIII con la construcción del apeadero y la puerta hacia la calle Real, el complejo tomó la forma de una casa señorial sevillana a la que se añadiría posteriormente un molino de aceite y varias naves dedicadas a tareas agrícolas. El aspecto actual es fruto de los trabajos de restauración realizados por diversos programas de empleo en los 90.

Todos los años desde finales de agosto hasta el primer sábado del mes de septiembre se convierte en la sede del Concurso y el Festival de Cante Jondo Antonio Mairena.

 

 



 

 

Cerca de allí a mediación de la calle Ancha nos paramos ante El Arco, puerta con doble arco de medio punto de ladrillo de tradición mudéjar, que posiblemente formase parte de un antiguo sistema de cierre de la villa en época bajo medieval. Desde este vamos buscando la parroquia de Mairena.

 

 



 

 Llegamos a la Iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, edificio mudéjar del siglo XV con grandes reformas a lo largo de los siglos. En su exterior destaca su torre campanario y las distintas gradas donde se alza el templo para salvar los desniveles de las calles adyacentes. 

El interior del templo tiene tres naves divididas por arcos ojivales sobre pilares cruciformes. Su retablo mayor es de estilo barroco, tiene tres calles y un ático y fue tallado a mediados del XVIII. Destaca también la capilla sacramental con la Virgen del Rosario del siglo XVIII, en un retablo compuesto por elementos procedentes de diversos retablos de los siglos XVII y XVIII y un sagrario de plata moderno.

 
 
 


















 
 
 Justo al lado del templo parroquial y en la zona más alta de la localidad se encuentra el Castillo de Luna. Fortaleza de estilo almohade y mudéjar, iniciándose su construcción en el siglo XIV. Tiene cuatro torres de planta cuadrangular, orientadas hacia los cuatro puntos cardinales: la Ruida porque una parte de la torre está rota, la torre Mocha porque hubo una época donde se le cortaban las almenas a las torres, la Campanilla porque era donde tocaban una campanilla (que sigue todavía allí) y por último la del Duque.
 
En su interior se encuentra la Casa Museo Jorge Bonsor. El edificio fue comprado por el arqueólogo George Bonsor Saint-Martin en 1902 con el fin de acondicionarlo como residencia y museo.

 En el interior se ha conservado el discurso expositivo diseñado por el propietario. Cuenta con colecciones, arqueológicas y etnográficas, así como con un vasto fondo fotográfico y documental.

 










El gran escritor español Miguel de Cervantes en una de sus obras nombró a Mairena del Alcor, por ello existen dos monumentos uno dedicado al propio escritor y otro a su obra más famosa Don Quijote de la Mancha.






Posteriormente seguimos la ruta buscando la Ermita de San Sebastián, en un principio aislada del municipio pero que al ir creciendo terminó el templo dentro del casco urbano. 
 
Es un templo de estilo mudéjar, construido posiblemente en la segunda mitad del siglo XV. Con posteriores reformas en el siglo XVIII. Está formado por un cuerpo de tres naves sostenidas por arcos ojivales de ladrillo sobre pilares mudéjares cruciformes. Preside el presbiterio la imagen de la Virgen de los Remedios, patrona de la villa.
 
 
 
 






 
 
 
Al final de la calle Ancha, en una plaza ajardinada nos encontramos con la Fuente de Alconchel, fuente para el suministro de agua potable, su aspecto actual se debe a la última remodelación en el año 1890.
 
 
 
 



 
 
 
Antes de terminar damos un paseo por las calles del municipio viendo rincones y otros monumentos y fuentes, como las fuentes Alegoría a Mairena y la Fuente Gorda que junto a la Capilla de la Inmaculada son las tres últimas de este paseo.





















Por último y en el interior del cementerio de la localidad visitamos el Panteón de Antonio Mairena, uno de los más afamados e importantes cantaores flamencos. Es una de las figuras más relevantes en la historia del flamenco.








¡Espero os haya gustado este reportaje!