domingo, 29 de julio de 2018

Colegiata y Panteón Ducal de Osuna




La Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción se encuentra en la localidad de Osuna en la zona más alta del municipio. Su construcción se inició alrededor de 1531 y constituye un ejemplo destacado de arquitectura renacentista en España y un símbolo religioso y cultural de la población de Osuna.

El exterior del templo es bastante sobrio, con tres portadas, en el eje izquierdo de la fachada se levanta la torre, construida en tres cuerpos con sillares de piedra.









La iglesia presenta planta de salón con tres naves de 19 metros de longitud, separadas por pilares cruciformes y portadas a los pies, columnas adosadas en los muros, y capillas entre los contrafuertes. 

Los tres tramos de las naves se cubren con bóvedas baídas, mientras que las capillas laterales lo hacen mediante bóvedas nervadas. 

La cúpula de la cabecera o capilla mayor es obra que responde a la renovación realizada en esta iglesia entre los años 1721 y 1724, dirigida por el maestro mayor de la Colegial. 
La capilla mayor se construyó en la última fase de las obras y estuvo terminada en 1627. El retablo mayor fue realizado a lo largo del siglo XVIII, durante más de cincuenta años, con largas interrupciones. Es por tanto bastante posterior a la terminación de las obras del templo y de estilo barroco.


 








En la cabecera de la nave de El Evangelio se encuentra la capilla sacramental con un triple retablo, el primero dedicado a la Virgen de la Victoria de 1584, con escultura de Manuel del Pino (1582) y cuadros atribuidos a Juan Bautista de Amiens, el segundo retablo fue realizado por Juan de Zamora en 1532, con cinco pinturas La Transfiguración, Jesús en el monte Tabor, La Santa Cena, El Juicio Final y La Resurrección. El último de los retablos que representa el Ecce Homo en el ático, es de autor desconocido, realizado a finales del siglo XVI.







En la nave de El Evangelio es de reseñar el maravilloso cuadro del Cristo de la Expiración de José de Ribera entre otros retablos y pinturas.







En la cabecera de la nave de La Epístola se encuentra la capilla de la Inmaculada Concepción, a la que se accede a través de una destacada reja que la separa de la nave. Presenta en su frente un retablo de madera dorado rodeado por un amplio dosel de telas encoladas en cuya parte superior pueden verse dos grandes osos de pie, símbolo de la ciudad de Osuna, que toma su nombre del vocablo latino de este animal.

A la derecha contiene el oratorio del canónigo Diego de Ontiveros, en el que destaca la escultura del Cristo de la Misericordia, de Juan de Mesa, realizado en 1622. Acompañan al Cristo, Nuestra Señora de la Piedad y San Juan Evangelista que pertenecen al tardobarroquismo de la primera mitad del siglo XVIII. En esta capilla se abre también otra puerta que accede a la antigua sacristía hoy sala museística.









Entrando en la antigua sacristía, en ella se exponen la serie de cuatro grandes cuadros que José de Ribera "El Españoleto", maestro del tenebrismo español, pintó expresamente para esta colegiata por encargo del duque de Osuna, por entonces virrey de Nápoles, entre 1617 y 1619.Estos cuadros son San Sebastián, San Pedro Penitente, San Jerónimo y el Ángel del Juicio y el Martirio de San Bartolomé.

Entre las esculturas destaca un relieve de la crucifixión en alabastro del norte de Europa de estilo gótico. Una escultura de San Francisco de Asís, de madera tallada y policromada que ha sido atribuida en 2010 a Juan Martínez Montañés.

Dentro del ajuar litúrgico, destaca la Cruz Alzada Procesional de oro y plata con incrustaciones de gemas, realizada en Valladolid por el orfebre Pedro de Ribadeo, que data de entre 1500 y 1525, realizada en estilo gótico flamígero.















Volvemos a la capilla de la Inmaculada Concepción y en el muro izquierdo se abre una portada con una estrecha y empinada escalera que desciende hasta el Panteón de los Duques.






Una pieza fundamental del conjunto de la colegiata es el denominado “Santo Sepulcro”, un panteón ducal situado bajo el presbiterio, construido a partir del año 1545. Constituye realmente un edificio independiente del resto del templo aunque unido a él.

La capilla del Panteón, puede considerarse como uno de los monumentos más hermosos del Renacimiento andaluz.

Esta capilla subterránea presenta una planta rectangular dividida en tres naves articulados por columnas y arcos rebajados. Las bóvedas presentan decoración de casetones en yeso. En el presbiterio de esta capilla se encuentra un pequeño retablo que representa el entierro de cristo obra considerada de Roque Balduque (1550-1560). Al lado derecho de este retablo se encuentra una pintura sobre tabla del año 1555 de Hernando de Esturmio, titulada Alegoría de la Inmaculada Concepción. A otro lado una pintura sobre tabla de 1550 de una Anunciación, original de Gerard Wytwel de Utrech.  En los laterales se abren pequeñas capillas y una capilla sacramental, frente al retablo principal hay un coro en miniatura con su sillería tallada, quedando el conjunto como una Iglesia con todos sus elementos en tamaño pequeño.















Tras esta capilla hay un pequeño patio a modo de claustro. Responde a los modelos de la arquitectura doméstica de la época, que por razón de la carga simbólica con temática de la muerte de sus inscripciones, frescos y relieves de sus yeserías se convierte en uno de los conjuntos funerarios más representativos del plateresco.









A un nivel inferior de la capilla subterránea se encuentran los enterramientos de la familia ducal, un conjunto de nichos puestos a lo largo de los muros, en varias salas y pasillos repletos de inscripciones y símbolos sobre la muerte como los lienzos originales de la época de los esqueletos saludando.
















¡Espero os haya gustado este reportaje!