El jueves 16 de mayo la hermandad del Rocío de Utrera seguía su camino hacia El Rocío partiendo desde los pinares de Aznalcázar. A media tarde la hermandad cruzaba el Vado del Quema entre los rezos y los cantos de los romeros, se bautizaban nuevos peregrinos y se vivían momentos de gran emoción. Ya al atardecer la hermandad utrerana se presentaba ante la parroquia y la hermandad de Villamanrique de la Condesa. La carreta del Simpecado subió los escalones de la iglesia de Santa María Magdalena y se despidió dando una vuelta de 360 grados, mientras el Simpecado avanzaba los romeros desde los carros lanzaban los famosos mostachones de Utrera. Anocheciendo y entre sevillanas llegaba la comitiva a la Dehesa Boyal, lugar donde se realizaba la tercera y última pernocta. Al día siguiente llegaría la hermandad a la aldea del Rocío.
¡Espero os haya gustado este reportaje!
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