Una procesión donde la sobriedad y el recogimiento llega a su máximo exponente, se apaga el alumbrado público en casi todas las calles del recorrido y la cofradía y sus nazarenos avanzan entre la oscuridad de la noche y el silencio sólo roto por el toque de difuntos de la campana de la torre de la parroquia y por los sones musicales de corte fúnebre que acompañan a la Virgen de los Dolores.
En el primer paso de estilo neorenacentista ejecutado en caoba y alumbrado por cuatro hachones va la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, crucificado anónimo del siglo XVI.
En el segundo paso vemos a la Virgen de los Dolores, dolorosa anónima del siglo XVIII. Procesiona bajo palio de cajón negro en fase de bordado, llevando las bambalinas delantera y trasera bordadas en oro pero manteniendo también un diseño sobrio como el resto de enseres. El paso de palio va acompañado musicalmente por la Banda de la Oliva de Salteras con un corte fúnebre y tambores roncos.
¡Espero os haya gustado este reportaje!
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