jueves, 20 de febrero de 2020

Carmona (2º Parte)





Seguimos con la ruta por pueblos de la provincia de Sevilla.

Hoy vemos la segunda parte del reportaje de Carmona.

Este municipio se encuentra en la comarca de Los Alcores. Está situado a 28 kilómetros de Sevilla y tiene 28600 habitantes.
 
Arriba y abajo empezamos con la Puerta de Córdoba, edificada sobre una puerta de la muralla romana, de su construcción original en el siglo I d.C. se conservan aún los paramentos que llegan hasta el alcor, dos pilastras en relieve, parte de los dos torreones semioctogonales que la flanquean, la escalera y su bóveda.
 
La actual Puerta de Córdoba es el resultado de diversas reformas y restauraciones, destacando la última entre 1796 y 1800, después del Terremoto de Lisboa, realizada por el arquitecto neoclásico carmonense José de Echamorro, responsable del aspecto actual de la fachada.
 
 
 
 
 



 
 
 
 
 
Cerca de allí vemos la Iglesia de Santiago, templo edificado en el siglo XIV con posteriores reformas entres los siglos XV y XVIII.
 
 A los pies del templo se levanta su portada principal, y junto a ella la torre, mudéjar de dos cuerpos, con decoración de sebka en el superior. Sobre éste existen unos añadidos formados por cuerpos barrocos para campanas que se coronan por un chapitel decorado con azulejos, obra del siglo XVIII. La otra portada se sitúa en la nave de La Epístola y es obra de finales del siglo XVI.
 
 
 
 
 







 
 
 
 
 
La iglesia tiene planta basilical, realizada en piedra y ladrillo, que presenta en su interior tres naves de arcos formeros ligeramente apuntados, acabados en ábsides poligonales. Estas naves están separadas mediante pilares a los que se le adosan medias columnas, y sobre ellos descansan las bóvedas que cubren el templo (ocultando un artesonado de madera de estilo mudéjar).
 
El retablo mayor está atribuido a Bernardo Simón de Pineda en el siglo XVII. Destacar los azulejos del siglo XV.
 
En la cabecera de la nave de El Evangelio se sitúa el altar de la Virgen de la Paciencia, con retablo barroco del siglo XVIII obra de Tomás Guisado, en el camarín central la titular mariana de la Hermandad de la Columna, María Santísima de la Paciencia, obra de Francisco Buiza. Destacar también los azulejos de cuenca renacentistas fechados en el siglo XVI.

En la cabecera de la nave de La Epístola se encuentra el altar de San José, con retablo barroco del siglo XVIII obra de Tomás Guisado. Destacar también los azulejos del siglo XVI.

En la nave de La Epístola en un retablo barroco del siglo XVIII vemos a Nuestro Padre Jesús de la Columna, obra de Manuel García de Santiago en el año 1789.

Destacar también otros retablos barrocos y la imagen del Cristo de la Piedad, crucificado de la segunda mitad del siglo XV.

















Ahora vemos el antiguo Molino de la Romera, molino de aceite originalmente musulmán con posteriores reformas hasta el siglo XVIII, estuvo en funcionamiento hasta el año 1937, hoy día el edfificio lo ocupa un restaurante.

En segundo lugar os enseño el Mercado de Abastos, levantado sobre el solar del antiguo convento de Santa Catalina, se edificó en el año 1842.

El gran patio rectangular mide 35 por 45 metros. Se compone de cuatro galerías porticadas de estilo neoclásico, constituidos por arcos de medio punto apoyados sobre columnas toscanas asentadas sobre grandes podios. Los puestos de los comerciantes se alojan bajo los pórticos que bordean este patio, con cubierta de madera a dos aguas. 
 
 
 
 
 
 




 
 
 
 
 
Después vemos el antiguo Hospital de la Caridad, fundado como hospital de pobres en el siglo XVI, después en el siglo XVII se agregó a la Santa Caridad de Sevilla. De este antiguo edificio lo más notable es su portada barroca coronada con una espadaña. 












Perdiéndonos por algunas calles llegamos a la Iglesia de San Felipe, templo de estilo mudéjar que anteriormente fue una antigua mezquita. En el exterior destaca su torre-fachada muy poco usual. En las naves laterales hay otras dos portadas. Es sede de la Hermandad de la Amargura.














Ahora vemos la Biblioteca Municipal Jose María Requena, antigua Casa Palacio de los Domínguez, es un edificio barroco del siglo XVIII.













A unos metros vemos la Iglesia de San Bartolomé, templo del siglo XV con importantes reformas en el siglo XVIII.

Exteriormente cuenta con tres portadas, siendo la más interesante la correspondiente a la nave de la Epístola, que se compone de arquivoltas de arco apuntado y jambas baquetonadas, realizadas en ladrillo y que se presentan bajo un sencillo tejaroz. 
 
A los pies del templo existe una robusta torre-fachada de planta rectangular donde se incluye una portada, esta puerta actualmente da a un patio. La torre, en su cuerpo superior cuenta con un pedestal enmarcado entre volutas barrocas, y se remata en una terraza abalaustrada sobre la que se alza el cuerpo de campanas; todo ello rematado por frontones mixtilíneos entre diminutos pináculos y un chapitel de perfil curvo.
 
La portada de la nave del Evangelio es de traza más moderna.












Es una iglesia de planta basilical que se organiza en tres naves separadas entre sí mediante pilares. Presenta cabecera plana con tres ábsides y cubiertas de bóvedas nervadas góticas, del tipo estrellada la correspondiente a la nave central, y a un agua las laterales, que son de factura moderna.

El retablo mayor es de estilo barroco del siglo XVIII obra de Fernando de Medinilla.

 En la cabecera de la nave de El Evangelio se encuentra el retablo de la Purísima, también barroco del siglo XVIII. Ante este altar está situada la pila bautismal, realizada en mármol rojo.

Reseñar la maravillosa capilla de Jesús Nazareno donde se encuentran los titulares de la Hermandad del Silencio, en retablos de estilo barroco del siglo XVIII vemos las imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra manierista de Francisco de Ocampo; la Virgen de los Dolores de Duque Cornejo y la imagen de la Divina Pastora.

También en este templo radica la Hermandad del Santo Entierro y podemos observar en uno de sus muros el Cristo de San Felipe, crucificado del siglo XIV que durante siglos fue una de las imágenes más veneradas de la localidad.
















Nos vamos adentrando poco a poco en el barrio de la Judería.


















En la zona de la antigua judería hay que destacar primero el Humilladero del Cristo de la Sedia, antiguo templete de devoción popular actualmente abandonado.

En segundo lugar la Iglesia de San Blas, templo edificado en tiempos del rey don Pedro I aprovechando parte de una antigua sinagoga. En el siglo XVI se construye la parte mudéjar y en el siglo XVIII se remodela el templo, levantando la torre. Es sede de la Hermandad de la Expiración.














También dentro de la judería vemos restos de la Muralla Urbana y de la Puerta de la Sedia, de la época almohade.













Cerca de allí y en las afueras vemos la antigua Iglesia de Santa Ana, ocupado por la orden dominica hasta la exclaustración en el siglo XIX. Es de estilo mudéjar y renacentista.









Volvemos al centro del municipio y vemos la Puerta de Sevilla y el Alcázar de la Puerta de Sevilla o Alcázar de Abajo. Marca el inicio del casco antiguo, su origen según catas arqueológicas fue fenicio y cartaginés, posteriormente ampliado sucesivamente por romanos, musulmanes y cristianos.

Se trata de un Alcázar usado como fortaleza y como palacio, que se erige sobre la antigua Puerta de Sevilla, formando un complejo defensivo casi inexpugnable.

Este complejo defensivo posee varios elementos a destacar como son la Torre del Homenaje y la propia entrada desde extramuros, que cuenta con un arco de herradura de ascendencia islámica y dos pasajes abovedados de factura romana separados por un pequeño recinto descubierto resguardado por torres y tramos almenados.

Esta Puerta de Sevilla era una de las cuatro puertas de entrada de la antigua ciudad romana, y se comunicaba directamente con la denominada Puerta de Córdoba, con la que estaba enfrentada linealmente en el otro extremo de la misma, formando entre ellas la vía principal o kardo maximus, correspondiente al trazado urbano de la Vía Augusta que unía Cádiz con Roma.






















Frente al Alcázar de Abajo pero ya a extramuros nos encontramos con la Iglesia parroquial de San Pedro, templo levantado en el siglo XV con posteriores e importantes reformas entre los siglos XVI y XVIII.

Exteriormente sus dos elementos más destacables son la torre campanario levantada en el siglo XVIII sobre una anterior y con clara similitud con la Giralda de Sevilla; el otro elemento destacable desde el exterior es la factuosa cúpula de la capilla sacramental.

El templo tiene tres portadas, una a los pies del edificio, otra en la nave de El Evangelio y la principal que se abre en la nave de La Epístola.


















El interior del templo tiene planta rectangular de tipo basilical de tres naves, con crucero y presbiterio o capilla mayor y algunas capillas adosadas. Sus naves quedan separadas por pilares cuadrangulares con columnas adosadas en sus frentes menores sobre los que apoyan arcos apuntados. El crucero se cubre con una cúpula sobre pechinas y linterna.

Sobre el presbiterio no existe retablo alguno, ya que el que tenía la iglesia pereció en un incendio ocurrido en el año 1984. En su lugar el muro frontal muestra cinco importantes pinturas que hacen referencia a la muerte y resurrección de Cristo, y ante ellas presenta un baldaquino de factura neoclásica fechado en el año 1880, realizado en mármol de Carrara y que contiene en su interior una talla de San Pedro, titular de la iglesia.

 Lo más destacable en su interior es la Capilla Sacramental, obra barroca diseñada por Ambrosio de Figueroa con una acertada concepción espacial que se cubre con una gran cúpula sobre tambor. Este espacio se presenta articulado mediante columnas, hornacinas y ventanas, con movidas cornisas de un gran efecto barroco. En su interior presenta un total de siete retablos, dedicados a cada uno de los santos sacramentos. Cuenta con una sobrecargada e imaginativa decoración en madera tallada y dorada que se combinada con incrustaciones de pequeños espejos y elementos de temática vegetal. Una portada-retablo la separa del resto de la iglesia.

 El resto del templo tiene distintos retablos, la mayoría de ellos de factura barroca y con imágenes también interesantes.

Es sede de la Hermandad de la Humildad y Paciencia.





















Salimos de la iglesia y nos encontramos con el Paseo del Estatuto, amplio espacio urbano que es uno de los centros sociales del municipio. A modo de bulevar, la zona central está diseñada como un paseo peatonal.

Entre sus edificios destacan algunos elementos singulares como son el Convento de la Concepción del siglo XVI y el Teatro Cerezo, edificado en el año 1934.










 




Después vemos el Paseo de Alfonso XIII, alameda construida en el año 1929.

Siguiendo nuestro recorrido vemos la Ermita de San Antón, pequeño templo mudéjar antiguamente en el campo y actualmente absorbido por la zona moderna de Carmona.
















Ahora vemos el Conjunto Arqueológico de Carmona formado por el Anfiteatro y la Necrópolis.

La Necrópolis de Carmona fue descubierta entre 1868 y 1869 de manera accidental cuando se iban a realizar unas obras de un camino.

El yacimiento es datado en torno al siglo I adC hasta el siglo II de nuestra era. Se piensa por la época que se dató que la forma de enterramiento era la incineración. Podemos observar que hay excavaciones en el suelo, y por sus paredes rojizas, es donde se realizaban las incineraciones. Observamos que el fondo de estas excavaciones eran a dos niveles, pues el nivel más hondo y más pequeño, es donde se concentraban las cenizas que después se recogían para ponerlas en pequeñas urnas.

Las urnas que podemos observar son de distintos materiales, se piensa que dependiendo del poder adquisitivo de las familias, serían de un material u otro, Además, dependiendo de esta situación de la familia, las urnas eran más decorativas que otras. También encontramos inscripciones de a quien pertenecían dichos sepulcros.

El acceso a las tumbas se realizaba por especies de pozos, que dependiendo de las tumbas tenían escaleras, hechas o que las ponían para acceder, pues en algunas de estas tumbas observamos que no tienen escaleras construidas, sino simplemente observamos el agujero por donde accedían a la tumba. Lo que vemos en el interior de éstas es que es una pequeña habitación, de uno o dos metros cuadrados, donde en la pared estaban excavados pequeños nichos, donde se colocaban las urnas y debajo un especie de banco o mesa donde se colocarían las ofrendas funerarias. 

Las que más destacan son la Tumba de Servilia, la Tumba del Elefante y la Tumba Circular. Nombres que se le han puesto por su forma, por lo que han encontrado en ellas o porque es la familia que allí se encontraba.

El Anfiteatro romano está datado en el siglo I adC. El edificio se asentaría en lo que hoy puede verse. Excavada en la roca aún subsiste la parte baja del graderío y los principales accesos pero tendría un desarrollo mucho mayor. De forma que la imagen actual es una especie de vaciado en piedra de la parte baja del anfiteatro. Sobre la roca de alcor se desarrollaba un imponente graderío con capacidad para unos 18.000 espectadores, que llegarían de toda la comarca para asistir a los espectáculos. Los materiales constructivos fueron reutilizados en otras construcciones una vez que el anfiteatro perdió su función.
















Ya nos va quedando menos para terminar el reportaje, llegamos a la Capilla de San Francisco a extramuros de la ciudad histórica, en el compás del extinguido convento de San Sebastián del que se pueden contemplar algunos restos. Es sede de la Hermandad de la Quinta Angustia.

















Para terminar este reportaje vemos tres edificios que se encuentran a las afueras de la localidad, primero la Torre del Picacho, torre de comunicaciones ópticas o torre Mathé, perteneciente a la red de telegrafía óptica de Andalucía que unía a mediados del siglo XIX, Madrid con Córdoba y Sevilla.

En segundo lugar la Ermita de San Mateo, próxima a la vieja Puerta de Morón, es un pequeño templo de estilo mudéjar.

En tercer y último lugar la Ermita de Nuestra Señora de Gracia, templo edificado en el siglo XIV con posteriores reformas. Hasta el año 1835 fue el lugar de culto de la Virgen de Gracia, Patrona de Carmona.











¡Espero os hayan gustado estos dos reportajes sobre Carmona!




2 comentarios:

  1. Una información completísima y magníficamente ilustrada. El mes que viene voy a Carmona y no me voy a perder nada....GRACIAS!!!!

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  2. Impresionantes los dos reportajes, enhorabuena.

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