jueves, 21 de febrero de 2019

Convento de Loreto de Espartinas





Hoy volvemos a Espartinas en el Aljarafe sevillano.

En las afueras del municipio nos encontramos la Hacienda de Loreto y el Convento de Nuestra Señora de Loreto. La mayor parte de la arquitectura es del siglo XVIII, aunque se conservan algunas partes del siglo XVI. Dentro del recinto se conserva una Torre Mocha mudéjar del siglo XIII.
 
El convento, junto con la hacienda del mismo nombre y la torre defensiva medieval de origen cristiano denominada Torre de Loreto, conforman un enclave de alto valor patrimonial muy destacado en la comarca del Aljarafe sevillano. Han sido declarados Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.  

La Hacienda se encuentra adosada al Monasterio por su costado suroccidental. Su tipología es la característica de la arquitectura rural sevillana en la que se aúnan un núcleo central destinado a vivienda, compuesto de zaguán, dos patios, dispuestos en eje y situados de este a oeste, con las estancias destinadas a las labores del campo o industriales.

El acceso al interior se realiza desde su fachada principal a través de un vano de medio punto. Sobre el vano de acceso se encuentran dos paneles de azulejos con escudos nobiliarios y uno con la representación de San Francisco. En un pequeño azulejo situado a la derecha figura la fecha de 1775, año de construcción del núcleo principal de la hacienda.











 Conforman el Convento un recinto de entrada o compás, la torre, la iglesia, la sacristía, dos claustros con galerías, patios, estancias y espacios intermedios que unen los núcleos principales. El acceso al interior se realiza a través de una portada de traza barroca que comunica con el compás, en cuyo friso aparece la fecha de construcción «Año de 1772». A ambos lados, ubicados en los blancos paramentos de los muros, dos cuadros de azulejos con representaciones de santos franciscanos.










El compás es un recinto de planta cuadrada delimitado por la fachada del templo y por la fachada principal del recinto conventual. En el centro se levanta un Crucero sobre un pilar de planta hexagonal revestido de azulejos del siglo XVIII que muestran representaciones de montería.










El templo fue realizado entre 1716 y 1733 con un proyecto de Diego Antonio Díaz. Tiene planta de cruz latina, con una sola nave de cuatro tramos, cubierta con bóveda de cañón con lunetos, reforzada con arcos fajones o perpiaños. El crucero se cubre con cúpula de media naranja sobre pechinas. 
 
El altar mayor fue realizado a mediados del siglo XVIII y está decorado con santos vinculados a la orden franciscana. En el centro hay un camarín con la Virgen de Loreto, patrona de la comarca del Aljarafe. La cabeza de la Virgen y las manos son del siglo XIV, mientras que el resto de la figura y el Niño Jesús que sostiene en brazos son del siglo XVIII. Junto a la Virgen hay dos pequeñas estatuillas que, según una leyenda, representan a esclavas liberadas de los sarracenos gracias a la Virgen.
 
 
 
 










En el muro de La Epístola primero vemos en el crucero el retablo de San Diego de Alcalá, después vemos la portada que comunica con el claustro del aljibe y el retablo de la Piedad, todos de estilo barroco del siglo XVIII.










En el muro de El Evangelio primero vemos el retablo de San Francisco de Asís en el crucero, después vemos el retablo de San José y por último el retablo de San Antonio de Padua, todos de estilo barroco del siglo XVIII.











Tras la cabecera del templo y accediendo a través del camarín, se encuentra la sacristía que fue el templo primitivo, este consta de una nave de tres tramos, cubierta con bóveda de cañón con lunetos y arcos perpiaños. Las bóvedas están decoradas con pinturas al fresco de motivos florales y escudos franciscanos. 

Se construyó hacia 1600 y se decoró en 1665. 

En la cabecera de la nave se ubica una sencilla cajonera del XVIII y sobre ella un retablo barroco de la misma época, compuesto de banco, un cuerpo de tres calles y ático. En la hornacina central se encuentra el grupo escultórico de Santa Ana y la Virgen, coetáneo. 






 Después y ya dentro del recinto conventual os enseño el Claustro del Aljibe de origen mudéjar, datando su construcción del siglo XVI y reformado en el siglo XVIII.








Ahora vemos el segundo claustro, el claustro de los Naranjos que ocupa la zona más oriental del recinto y es del siglo XVIII. Lo preside una fuente recubierta de conchas marinas.






Por último vemos  el Patio Grande, de planta rectangular, de grandes dimensiones y porticado en su frente oriental. Está flanqueado en su costado norte por edificaciones de dos plantas, que se corresponden con las estancias interiores de acceso desde el claustro del aljibe y entrada al convento y por otro patio menor, que tiene acceso también desde el exterior a través de una puerta de hierro. 
 Preside el patio la Torre Mocha, torre sin almenas edificada en el siglo XIII como torre defensiva.








Reseñar que dentro del recinto se visita también la antigua biblioteca dispuesta actualmente como Museo de escultura, pintura y orfebrería del convento, además de una sala de ornamentos bordados y pintados de distintas épocas y calidades.

Desde hace unos años el convento tiene Hospedería para visitantes que busquen la paz y tranquilidad entre sus muros.


¡Espero os haya gustado este reportaje!



2 comentarios:

  1. Impresionante el convento santuario de Loreto, no sabía que atesorara tanta riqueza histórica y patrimonial.

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  2. De pequeña iba casi todos los domingos con mis padres, es un lugar con encanto y hermoso además del valor artístico.

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