Seguimos con la ruta por pueblos de la provincia de Sevilla.
Hoy nos vamos a El Pedroso.
Este municipio se encuentra en las estribaciones de la Sierra Norte. Está situado a 66 kilómetros
de Sevilla y tiene 2038 habitantes.
Arriba y abajo podéis ver el Ayuntamiento del municipio.
Junto a la casa consistorial nos encontramos con la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de Consolación. En origen fue una construcción de estilo gótico-mudéjar de la que se
conservan restos en la capilla colateral derecha, actualmente bautismal,
que puede fecharse por sus bóvedas de crucería con terceletes hacia
1400. A mediados del siglo XVI se introdujeron modificaciones en el
edificio, y en la segunda mitad del XVIII se llevaron a cabo nuevas
ampliaciones.
Edificio realizado en sillería mampuesto y ladrillos, tiene
una sola nave distribuida en cinco tramos y capilla mayor cuadrangular. La
torre construida en sillería, se sitúa en el muro del Evangelio, y
presenta dos cuerpos rematados con un chapitel piramidal.
El templo dispone de dos portadas, una de ellas se abre en el muro del Evangelio y se encuentra al mismo nivel que la Plaza Mayor de la población. La otra portada se sitúa en el muro de la Epístola y se accede a ella a través de una gradería que conduce a un pequeño atrio.
El templo dispone de dos portadas, una de ellas se abre en el muro del Evangelio y se encuentra al mismo nivel que la Plaza Mayor de la población. La otra portada se sitúa en el muro de la Epístola y se accede a ella a través de una gradería que conduce a un pequeño atrio.
En la capilla mayor vemos el retablo realizado por Luis de Vargas en el año 1727. En la hornacina central se sitúa una escultura de la Virgen con el Niño de finales del siglo XVI que es atribuida a Jerónimo Hernández. Complementan el conjunto las imágenes de San Pedro, San Pablo, San Miguel, San Isidoro, San Leandro y Cristo Crucificado en el ático.
En la nave de la Epístola vemos la capilla sacramental con un retablo neoclásico presidido por la Inmaculada Concepción realizada por Martínez Montañés. Después viene el retablo de San José, datado en 1608 y con imágenes del siglo XVIII y pinturas atribuidas a Francisco Pacheco. En el siguiente retablo observamos una de las joyas de esta iglesia, el Cristo del Buen Fin, obra de Pedro Millán del año 1505 y de estilo gótico flamenco. Después vemos el magnífico retablo de Santa Ana del siglo XVIII. A los pies de la nave se encuentra la capilla de la Virgen del Carmen.
En la nave del Evangelio vemos primero el baptisterio y la capilla de la Virgen del Rosario con un retablo fechado en 1630 e imágenes de los siglos XVII y XVIII. Después viene el lienzo de las Ánimas del Purgatorio y el retablo de la Virgen con el Niño realizado hacia 1770. El siguiente retablo a modo de hornacina es del siglo XVIII y cobija la imagen de Jesús del Gran Poder, talla anónima del siglo XVI. Por último y a los pies de la nave hay una capilla con distintas imágenes de los talleres de Olot.
Salimos de la iglesia y paramos en la Plaza de España y vemos su coqueta fuente mientras contemplamos el templo parroquial desde fuera además de encontrarnos con un monolito que nos indica que estamos en el Camino de Santiago de la Frontera.
Seguimos nuestro recorrido y vemos ahora el Centro Cultural "Escuelas Nuevas", edificado en los años treinta del siglo XX como colegio del municipio. En el año 2010 se cerró al construirse un centro escolar moderno y más amplio y el edificio se rehabilitó para esta nueva función.
Después os enseño la Fuente Pública, construida en 1951 y con paneles cerámicos con motivos del municipio.
En la calle Cristo nos encontramos con la Ermita del Cristo, situada en lo que fue el Hospital de la Misericordia, de origen mudéjar pero con numerosas reformas en los siglos XIX y XX. En el retablo principal que data de mediados del siglo XVII se encuentra la imagen del Cristo de la Misericordia, crucificado anónimo del siglo XV. En un lateral se encuentra el retablo de la Virgen de los Dolores, dolorosa de vestir anónima del siglo XVIII.
A las afueras del municipio y al final de un hermoso Paseo nos encontramos con la Ermita de Nuestra Señora del Espino, Patrona de El Pedroso. Templo de estilo mudéjar con distintas reformas y ampliaciones en el siglo XVIII. El retablo mayor fue realizado en 1721 por Luis de Baias. Para su dorado fue contratado en 1730 Jerónimo Delgado, vecino de la villa. En la calle derecha se sitúa una escultura de San Francisco de Asís del siglo XVIII, en la hornacina central la imagen de candelero de la Virgen del Espino del siglo XVIII y en la calle lateral izquierda escultura de Santa Bárbara del siglo XVIII. En el ático aparece una imagen del Crucificado coetánea al retablo, inicios del siglo XVIII.
No menos interesante es el Crucero que se encuentra frente a la fachada principal. Se trata de una obra fechable en la primera mitad del siglo XVI, más concretamente hacia 1540, durante el Primer Renacimiento. La obra está realizada en piedra sobre una grada de cico escalones, sobre la que se eleva un pedestal y un astil formado por un balaustre estriado con un chapitel de grutescos que lleva como remate una cruz. En una de las caras de la cruz aparece un Crucificado y por la otra la Piedad.
Volvemos sobre nuestros pasos, atravesando el municipio hasta su parte más baja.
Para terminar nos paramos en la Estación de Tren de El Pedroso. Puesta en funcionamiento en 1874. El edificio actual es de mediados del siglo XX. Por ella pasa la línea de cercanías C-3 de Sevilla y el tren MD Sevilla - Cáceres.
¡Espero os haya gustado este reportaje!
Los pueblos de la sierra norte son preciosos, rodeados de parajes, montañas, caminos de senderismo que merecen la pena para un domingo de buen tiempo. El Pedroso es precioso lleno de rincones con encanto además de su patrimonio.
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