martes, 14 de mayo de 2019

Villamanrique de la Condesa




Seguimos con la ruta por pueblos de la provincia de Sevilla.

Hoy nos vamos a Villamanrique de la Condesa.

Este municipio se encuentra en la comarca del Aljarafe. Está situado a 40 kilómetros de Sevilla y tiene 4478 habitantes.
Conocido por su tradición rociera ya que un cazador manriqueño llamado Gregorio Medina fue el que encontró la imagen de la Virgen del Rocío y en este municipio se fundó la primera de las hermandades de la famosa romería. 

Arriba y abajo os enseño el Ayuntamiento del municipio edificado en el siglo XIX que se encuentra en un lateral de la plaza de España.









Presididiendo la plaza de España nos encontramos la Iglesia parroquial de Santa María Magdalena, fue construida hacia la primera mitad del siglo XIX, sobre otra anterior del siglo XIV, que era un humilde templo que fue mandado derribar por el Conde de Altamira en 1800.

Hoy en día la Iglesia es un edificio de planta rectangular y de estilo neoclásico. Está compuesta de tres naves, la central es más mayor que las laterales, se cubre con bóveda de cañón y las laterales con bóveda de arista. Adosada a la nave de la Epístola a la altura del crucero se encuentra la capilla del Sagrario. Tiene tres portadas, la principal a los pies del templo y dos laterales. A los pies de la nave de la Epístola se levanta la torre campanario.











En el interior del templo destaca el altar mayor del siglo XVI, documentado, como obra de Diego López Bueno, discípulo de Juan Martínez Montañés, procedente del extinto Convento franciscano de Santa María de Gracia. 
El retablo consta de 42 piezas, está labrado en madera de cedro, dorado y decorado en muchas partes. En las dos hornacinas inferiores se encuentran las imágenes de San Francisco y San Pascual Bailón, existen otras cuatro donde se veneran las imágenes-relicario de Santa Regina y Santa María Siríaca, en la parte alta San Zenón y San Sebastián en la baja. 

La parte central del retablo ocupa un magnífico relicario de cuatro cuerpos y un ático, rematado con un Lignum Crucis encerrado en cristal de roca en forma de diamantes.
 Este relicario, que se abría tan sólo en los días de Jubileos Franciscanos y en las fiestas de las reliquias de los mártires, se cierra con dos maravillosas puertas de magnífica ejecución portadoras cada una en su centro de los anagramas franciscanos y de los frailes de Santo Domingo.

 En los laterales se encuentran las imágenes del Patrón del municipio San Roque y la titular del templo Santa María Magdalena.










 En la cabecera de la nave del Evangelio se encuentra el Simpecado de la Virgen del Rocío, de terciopelo rojo y plata repujada de estilo barroco de finales del siglo XVIII. Este está situado en un retablo neobarroco del año 1955, junto a este hay una hornacina neobarroca con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Después en un retablo neoclásico encontramos los titulares de la antigua cofradía del Santo Entierro, el Cristo Yacente es anónimo del siglo XVII y la Virgen de la Soledad es anónima del siglo XVIII. El siguiente retablo de la Inmaculada Concepción de Diego López Bueno entre los años 1616 y 1619 perteneció también al extinto convento franciscano. A los pies de la nave se encuentra el retablo neoclásico de la Virgen del Carmen atribuida a Cristóbal Ramos del siglo XVIII y un gran cuadro del Juicio Final también del siglo XVIII.














En la cabecera de la nave de la Epístola se encuentra el retablo de estilo rocalla de San Antonio de Padua procedente también del convento franciscano. Después se abre la Capilla del Sagrario donde sobre retablo neoclásico vemos los titulares de la Hermandad de la Vera Cruz que procesionan el Viernes Santo; el Cristo es obra anónima del siglo XVII, la Virgen del Mayor Dolor está atribuida a Juan de Astorga y San Juan Evangelista es una imagen de talla completa sobrevestido del siglo XVIII. Después vemos el retablo de San José, parejo al que ya hemos visto de la Inmaculada, también de Diego López Bueno entre los años 1616 y 1619 y también del antiguo convento. A los pies de la nave hay otro retablo neoclásico y el baptisterio.

















Salimos del templo parroquial y nos damos un paseo por las calles manriqueñas llenas de detalles rocieros.











Después y justo detrás de la parroquia vemos el Palacio de los Infantes de Orleans y Borbón.
Se construyó en el siglo XVI sobre una antigua casa-molino, y fue remodelado en el siglo XIX. Mantiene la interpretación de la vivienda rural tradicional andaluza, bajo la concepción decorativa de influencias francesas. 







En un lateral del palacio se encuentra la plaza del Convento, lugar donde se encontraba el extinto convento franciscano de Santa María de Gracia, su aspecto actual se debe a una reforma del año 2013.













Bajando por la calle Santiago nos encontramos la plaza del Tamborilero conocida como "el aculadero" por la antigua Cruz del mismo nombre que se levantaba en el lugar. En ella vemos el monumento a los Tamborileros y justo detrás y sobre el lugar donde estaba la antigua Ermita de Santiago, se levanta la Casa Hermandad de la Primera y Más Antigua Hermandad del Rocío de Villamanrique de la Condesa. En una ventana hay una capilla pública donde se expone al culto el Simpecado réplica del primitivo del siglo XVI y que es el que recibe a las hermandades rocieras a su paso por el municipio. 










Por último y a las afueras del municipio vemos el monumento a la Virgen del Rocío, de reciente construcción está situado en la Dehesa Boyal, lugar utilizado por muchas hermandades para pernoctar en su camino al Rocío.







¡Espero os haya gustado este reportaje!

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