martes, 14 de agosto de 2018

Catedral de Toledo




Seguimos en Toledo, hoy vemos la Catedral de Santa María, llamada también Catedral Primada de España, templo católico de estilo gótico.

Su construcción comenzó en 1226 bajo el reinado de Fernando III el Santo y las últimas aportaciones góticas se dieron en el siglo XV cuando en 1493 se cerraron las bóvedas de los pies de la nave central, en tiempos de los Reyes Católicos.
Entre todas las puertas destacan las siguientes:
La fachada principal tiene tres portadas, Puerta del Perdón en el centro, Puerta del Juicio Final a la derecha y Puerta del Infierno a la izquierda y junto a esta la torre campanario.  A la derecha puede verse el cuerpo saliente de la capilla mozárabe que ocupa el lugar donde se iba a levantar una segunda torre. 
 En la fachada del lado norte se levanta la Puerta del Reloj, es la más antigua de comienzos del siglo XIV.
Por último en el otro lateral se abre la Puerta de Los Leones, del siglo XV y XVI. Es la más moderna de las grandes puertas. Se llama así por los leones que coronan las columnas de la reja que cierra el pequeño compás.





 La estructura del edificio tiene gran influencia del mejor gótico francés del siglo XIII pero adaptado al gusto español. Mide 120 metros de longitud por 59 metros de ancho. Consta de cinco naves más crucero y doble girola. Las naves externas presentan una anomalía extraña al ser algo más anchas que las otras dos. 
 



La Capilla Mayor está presidida por un gran retablo gótico florido, una de las últimas manifestaciones de este estilo que desaparecía para dar paso al Renacimiento. Fue encargado por el cardenal Cisneros; la obra se inició en 1497 y terminó en 1504.
Los temas de la calle central de abajo a arriba son: Figura sedente de la Virgen con el Niño chapada en plata (en la predela). Sobre ella está el sagrario, una custodia gótica tallada en madera. Encima el tema de la Natividad y más arriba la Ascensión. Culmina con un monumental Calvario. En las otras calles se distribuyen los temas de la vida y pasión de Jesús.  











El coro de esta catedral está situado en la nave central, frente al presbiterio y separado de este por la nave del crucero. Lo más destacable es la sillería alta, realizada por los grandes artistas Felipe de Borgoña (o Bigarny) y el castellano Alonso Berruguete. La sillería baja es obra más antigua, de Rodrigo Alemán. Dentro del coro se encuentran otras obras de arte muy importantes además de los dos órganos musicales. 





El transparente en la catedral de Toledo es una obra escultórica realizada entre 1729 y 1732 por el gran escultor del barroco Narciso Tomé (ayudado por sus hijos). Se encuentra en el muro absidal, en el trasaltar mayor. La obra es de estilo barroco y churrigueresco. 
Está hecho en mármoles traídos de Génova, jaspe y bronces. La idea de hacer este transparente rompiendo el muro absidal surgió con el fin de dar luz al sagrario que se encuentra justo a su espalda. Se abrió un óculo a través del hueco despejado en el muro. A su vez este óculo recibe la luz de los tragaluces hechos en la parte superior del ábside, de manera que el transparente queda iluminado al mismo tiempo que reparte la luz a través del óculo hacia el sagrario. Dicho óculo puede recordar al que talló Bernini sobre el altar de la Cátedra de San Pedro en Roma.


La Capilla de la Virgen del Sagrario (patrona de la ciudad), una talla románica que fue recubierta de plata en el siglo XIII y vestida después con un manto cuajado de perlas. 
Los muros están revestidos de mármoles y su gran cúpula se apoya sobre pechinas. En el muro norte está el altar con la imagen de la Virgen y en uno de los laterales, el sepulcro del cardenal Sandoval y Rojas.

Esta capilla ha servido de enterramiento a un número considerable de arzobispos de Toledo entre los que se encuentran Isidro Gomá (1940), Plá y Deniel (1968), Alameda (1872), Monescillo (1897) y Portocarrero, cuyo epitafio se hizo famoso: Hic iacet pulvis, cinis et nihil (Aquí yace polvo, ceniza y nada).








La Capilla de San Ildefonso se encuentra situada en el eje de la girola y es frontera al Transparente.  Su construcción data de finales del siglo XIV, por expreso deseo del cardenal Gil Carrillo de Albornoz (como capilla funeraria para él y su familia).
Otras capillas y rincones de la Catedral.







La sacristía es un espacio de grandes proporciones que cuenta además con otras salas contiguas: antesacristía, vestuario y colección de indumentaria. La antesacristía tiene planta rectangular. Es una estancia decorada con grandes pinturas de los artistas italianizantes Vicente Carducho y Eugenio Caxés, más Francisco Rizi y Lucas Jordán. Las trazas de la sacristía fueron de Francisco Vergara el Mayor y Juan Bautista Monegro, en estilo herreriano. La bóveda de cañón con lunetos está fastuosamente decorada con las pinturas del napolitano Lucas Jordán. El tema principal es la Imposición de la Casulla a San Ildefonso, tema que se encuentra repetido en toda la catedral tanto en pinturas como en escultura. En las paredes están expuestos una gran variedad de lienzos enmarcados con todo lujo, que forman una auténtica pinacoteca de gran valor. Los más apreciados son los 15 de El Greco (con un apostolado completo), sobre todo El Expolio que está como retablo del altar del fondo, enmarcado en mármoles y dos columnas corintias. 


En el tesoro de la Catedral se muestran múltiples vitrinas que guardan el tesoro de la catedral que consiste en objetos litúrgicos, relicarios, báculos, ropas, libros, etc. Hay dos buenas tallas, una de Juan Martínez Montañés y otra de Pedro de Mena. En una de las vitrinas se guardan dos tesoros de valor histórico: una cruz pectoral, regalo del papa Juan XXIII y un cáliz, regalo del mariscal Petain (jefe de Estado de Francia de 1940 a 1944). Otro de los tesoros más preciados es la Biblia que San Luis rey de Francia regaló a esta catedral en el siglo XIII.




El objeto más importante que se guarda en la capilla del Tesoro es la gran custodia de Enrique de Arfe (encargo del cardenal Cisneros) que elaboró entre 1517 y 1524. Es de traza gótica arcaizante y de una gran belleza arquitectónica. En un principio se labró en plata pero a finales del siglo XVI el arzobispo Quiroga mandó que se dorase, para hacer juego con la custodia del altar mayor, que es de madera dorada.
 En Toledo se tiene por costumbre desde el año 1595 sacar esta custodia en la procesión del Corpus Christi, sobre una carroza fabricada para este fin. En la procesión van por delante de la custodia las autoridades políticas y eclesiásticas y detrás los cadetes de la Academia de Infantería.

Datos curiosos: La custodia está armada con la ayuda de 12.500 tornillos que la sujetan, 5.600 piezas diversas y 260 figurillas. Se emplearon 183 kg de plata más 18 de oro. 


Por último vemos el claustro que se comenzó a contruir el 14 de agosto de 1389, con la colocación de la primera piedra, y terminaron las obras en 1425.
Dado el relieve de la zona, se construyó metro y medio por encima del nivel de la planta de la catedral y de modo que pudiera soportar dos alturas, lo que ocurrió con la llegada del cardenal Cisneros. Tenorio no escatimó esfuerzos en conseguir que la grandeza y majestuosidad del claustro fuera merecedor del gótico catedralicio. En las galerías de la planta baja hay una serie de pinturas al fresco con escenas de santos (Eugenio, Casilda, Eladio). Once de estas pinturas son de Bayeu y dos de Maella.  







¡Espero os haya gustado este reportaje de la Catedral Primada de Toledo!



1 comentario:

  1. Que bonito Migue y que envidia,sana pero envidia de no poder hacer lo mismo 😢😢😢😢

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