Seguimos de ruta por Toledo, hoy vemos el Monasterio de San Juan de los Reyes.
Es un convento perteneciente a la Orden Franciscana que fue construido bajo el patrocinio de la reina Isabel I de Castilla con la intención de convertirlo en mausoleo real, en conmemoración de la batalla de Toro y del nacimiento del príncipe Juan. Se trata de una de las más valiosas muestras del estilo gótico isabelino y el edificio más importante erigido por los Reyes Católicos.
El templo, que se terminó en 1495, corresponde plenamente al tipo
isabelino, de una sola nave con capillas-hornacinas entre los
contrafuertes y con coro elevado a los pies.
La profusa ornamentación del templo muestra los símbolos de los Reyes Católicos, así como el águila de San Juan
y decoración heráldica. El perímetro interior de la iglesia está
recorrido por una franja con un texto conmemorativo, lo que puede
considerarse una adaptación de la epigrafía árabe a la arquitectura
cristiana. El escultor Egas Cueman colaboró decisivamente en la decoración del conjunto.
El retablo de la iglesia fue realizado por Francisco de Comontes para el Hospital de Santa Cruz, de ahí que muestre las armas del cardenal Mendoza, fundador del Hospital.
El claustro, construido tras la muerte de Guas, está formado por bóvedas de crucería
sin nave central y un arco conopial mixtilíneo en la galería del
segundo piso. En los arcos de entibo aparecen como decoración figuras en
los ángulos, y los tímpanos de las puertas está representada la
Verónica. Pero lo más destacado desde el punto de vista iconográfico es
el muro del claustro decorado con cenefas vegetales a modo de alfiz,
dejando espacio para pinturas y esculturas.
La construcción del claustro al igual que la de la iglesia se concluyó
en 1476 mientras que el resto del convento tardó algunos años más en ser
finalizado.
¡Espero os haya gustado este reportaje!
Vaya maravilla de claustro lleno de detalles.
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