jueves, 4 de abril de 2019

Gerena




Seguimos con la ruta por pueblos de la provincia de Sevilla.

Hoy nos vamos a Gerena.

Este municipio se encuentra en la comarca del Corredor de la Plata. Está situado a 26 kilómetros de Sevilla y tiene 7540 habitantes.
 
Arriba y abajo podéis ver el Ayuntamiento del municipio. El Consistorio fue construido en 1926 y está situado en la Plaza de la Constitución.











Subiendo la calle la Iglesia llegamos a la parte más alta del municipio donde se encuentra la Iglesia parroquial de la Purísima Concepción. Antigua mezquita reconvertida en templo cristiano tras la reconquista. En el siglo XIV se hace una gran ampliación del templo. En el siglo XVIII el terremoto de Lisboa destruye la torre y se reconstruye tras el mismo. Durante la República (1932), sufrió un gran incendio. Lo único que se salvó fue una talla de estilo gótico de un crucificado. En él se aprecian los daños que sufrió en el incendio. El techo se reconstruye con bovedillas e hierro en 1936. En la entrada hay una lápida conmemorativa. El retablo es donación de un convento de Carmona, y las pilas bautismales son de un antiguo convento de Gerena. Los zócalos son de cerámica trianera, de la fábrica Montalbán y están hechos uno a uno.
 
Es sede de la Agrupación parroquial de Jesús del Gran Poder y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos que procesiona en la noche del Miércoles Santo.
 
También es sede de la Hermandad de Nuestra Señora de la Encarnación, Patrona de Gerena.
 



























Antes de salir del atrio de la parroquia contemplamos las bellas vistas. Salimos a la calle la Iglesia y justo enfrente nos encontramos con el Palacio del Marqués de Albaserrada, casa cortijo de principios del siglo XVII construída sobre una gran piedra. Pertenecía al Conde de Santa Coloma, Conde de Gerena, los cuales están enterrados en la cripta de la parroquia. Actualmente pertenece al Marqués de Albaserrada.









Justo detrás de la capilla mayor de la parroquia se encuentra la calle San Sebastián donde nos encontramos la Capilla de la Soledad o Capilla de Arriba. Edificada en el siglo XVI en el solar donde estaban situadas las ermitas de Santa María de la Asunción y San Sebastián, esta última con un hospital para transeúntes y hasta 1835 siendo la antesala del antiguo cementerio. La capilla con fachada sobria se corona con una cúpula de media naranja y una espadaña de dos campanas.

Es sede de la Primitiva, Real e Ilustre Hermandad y Cofradía del Santo Entierro de Cristo, Nuestro Señor de la Paz en su Resurrección Gloriosa, Nuestra Señora de la Soledad Coronada y San Sebastián Mártir, Co-Patrón de Gerena. Alterna las procesiones del Sábado Santo y Domingo de Resurección.











El interior del templo es de estilo mudéjar, de una sóla nave, con cubierta de artesonado de madera, presbiterio de media naranja y coro a los pies.

El retablo mayor está datado hacia el año 1760. De estilo rococó con tres calles separadas por estípites, remate y hornacina. En la calle derecha se sitúa la imagen de San Sebastián, Copatrón de Gerena, del siglo XVI, y en la de la izquierda la talla anónima de un Resucitado de tamaño académico, datado en el siglo XVIII, con el que la Hermandad procesionó hasta 1989.
 
En el centro del retablo está la hermosa talla de Nuestra Señora de la Soledad Coronada, apodada como "la guapa". Es una obra anónima del siglo XVII retocada en el siglo XVIII. 

En el muro del Evangelio en una hornacina se encuentran el Señor de la Paz en su Resurrección Gloriosa y Santa María Magdalena, tallados por Antonio Dubé de Luque en 1989 y 1990 respectivamente.

En el muro de la Epístola en una hornacina se encuentra el Cristo Yacente, obra del siglo XVI de estilo gótico tardío y este reposa en una urna tallada y policromada, con ventanas de cristal y ocho angelitos con atributos de la Pasión, obra barroca de comienzos del siglo XVIII.
 
La Hermandad cuenta con otras imágenes de gran valor que no procesionan. Un Niño Jesús del circulo de Martínez Montañés, otro Niño Jesús sedente del siglo XVIII, un Niño Pastor de barro obra de Cristóbal Ramos, una María Magdalena obra de Leoncio Baglietto, San Juan Evangelista de autor desconocido y dos pequeñas imágenes de Dolorosas de Escuela Granadina.
 
 
 















 
 
 
 Salimos de la Capilla de Arriba y damos un paseo pasando por la calle La Plaza, la Plaza de la Virgen de la Encarnación y la Cruz del Soldado.














Siguiendo nuestro paseo llegamos a la calle Cristo de la Vera Cruz y allí nos encontramos la Iglesia de San Benito Abad o Capilla de Abajo. El origen de esta Iglesia se remonta a la reconquista cristiana, Alfonso X el Sabio en torno a 1258 dona unos terrenos a una comunidad de monjes benedictinos. La iglesia fue la capilla del antiguo Hospital de San Benito fundado por dicha comunidad de frailes a mediados del siglo XVI. Actualmente contiene la reserva del Santísimo Sacramento, concedida por el Cardenal D. José María Bueno Monreal en el año 1979 y es Iglesia Subsidiaria de la Parroquia

El aspecto actual exterior viene dado por una remodelación entre los años 1939 y 1944 en que se realiza la portada y el zócalo, corona el templo una espadaña con pináculos y azulejos del siglo XVIII.

En esta iglesia tiene su sede la Pontificia, Real y Antigua Hermandad de San Benito Abad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y María Santísima de la Sangre que procesiona el Jueves Santo.












El interior del templo es de una sóla nave, cubierta con artesonado de madera y con bóveda de media naranja sobre el presbiterio. A los pies del templo se halla el coro con decoración de rocallas.
 
El presbiterio se abre con dos ángeles lampararios del siglo XVIII. El retablo mayor es del siglo XVIII con tres calles con hornacinas. En la hornacina central se encuentra la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, obra de principios del siglo XVI de estilo gótico. En la calle izquierda está la hermosa imagen de María Santísima de la Sangre, apodada como "la santísima", es una obra anónima de finales del siglo XVIII. Y en la calle derecha se halla la imagen de Jesús atado a la Columna, obra anónima del siglo XVIII. También y en la hornacina central a los pies del Cristo de la Vera-Cruz vemos la Virgen Dolorosa, atribuida a la escuela granadina de finales del siglo XVII.
Las fotografías muestran otra disposición de las imágenes al haber terminado los cultos cuaresmales y comenzar con el montaje de los pasos.

También en el presbiterio vemos en el muro del Evangelio el retablo del Santísimo Sacramento, realizado en el siglo XVIII, enfrente en el muro de la Epístola se encuentra un retablo similar al anterior con la imagen del titular, San Benito Abad, escultura anónima del siglo XVII. Además la Hermandad posee una reliquia osea auténtica de dicho santo concendida y traida en el año 1993 desde la Comunidad Benedictina de Santo Domingo de Silos. 

También hay a los pies del muro de la Epístola un retablo realizado en 1976 donde normalmente se encuentra la Cruz de Guía, el día que fuimos nosotros se encontraba en la misma el Cristo de la Vera-Cruz y la Virgen Dolorosa.

También es de reseñar un Niño Jesús del siglo XVIII.
















Salimos de la Capilla de abajo, seguimos por la calle Cristo de la Vera Cruz y bajamos por calle Tartessos hasta llegar a la Fuente de los Caños. Nos remontamos a la época romana de donde viene la primera arqueta (fuente vieja) y las termas. Es probable que el rebose de esta primera fuente sirviera de abrevadero. Aprovechando la construcción primitiva se construyó el recinto protegido por los postes de granito para evitar la entrada de carros y ganado. La Fuente, de formas neoclásicas, se restauró en 1883, siendo alcalde Tomás Gutiérrez Nuñez. En la restauración se respetaron los asientos y los dos caños de la fuente. 











Cerca de allí os enseño los restos de la Muralla Romana que rodeaba la población.






En la otra punta de Gerena nos encontramos las ruinas de la Basílica Paleocristiana. Al ser Gerena en la antigüedad una encrucijada de caminos, la basílica debió ser muy visitada, sobre todo por comerciantes de minerales y cereales, por nobles de Itálica y especialmente por peregrinos de la ruta de la plata camino a Santiago.







A unos metros vemos el Monumento al Cantero.







Las canteras de Gerena han representado durante muchos años la base de la economía de la localidad sevillana. Con la celebración de la Exposición Universal de 1929, el municipio alcanzó los 4000 habitantes, empleados casi en exclusiva en estos gigantes de roca desnuda.
 
En décadas posteriores, la decadencia de este modo de vida fue inevitable debido al encarecimiento del granito y el coste de la extracción y Gerena pasó a depender de la agricultura y los servicios hasta que sus afamadas canteras se apagaron.
 
Los paisajes que ofrecen las canteras en puntos como la zona más cercana al Museo del Cantero son espectaculares. El museo fue habilitado hace unos años por el Ayuntamiento de Gerena en una antigua nave perteneciente a la cooperativa de canteros de la localidad, de forma que los visitantes puedan acercarse a la memoria del oficio con una ruta auto guiada a través de paneles explicativos, herramientas, soportes audiovisuales y exposiciones fotográficas, para entender la extracción, transformación y comercialización del granito.
 
 
 





 
 
 
Por último junto a la zona de cantería vemos la Fuente Santa, fuente del siglo XVIII que se pensaba que sus aguas eran medicinales, fue utilizada para abastecimiento de agua y también como lavadero en unas pilas que hay en su parte trasera.







¡Espero os haya gustado este gran reportaje!


1 comentario:

  1. Fantástico reportaje, las dos capillas son impresionantes.

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