Hoy seguimos paseando por la localidad sevillana de Marchena y visitamos la Iglesia conventual de San Agustín.
Edificado bajo el patrocinio de D.
Manuel Ponce de León en el último tercio del siglo XVII como panteón
personal y albergar la orden de Agustinos.
Actualmente son los padres mercedarios los que están en el convento.
Trazó el templo, el maestro mayor de Toledo y restaurador
del escorial, Bartolomé Zúmbigo, y a su muerte, será el arquitecto
madrileño, Alonso Moreno, de formación cortesana, quién dirija las
obras. Su originalidad en el medio arquitectónico, pocas veces vista en
Andalucía, atrae la atención por su insólita fisonomía. El largo proceso
constructivo de un siglo
aproximadamente es lo que puede explicar el contraste entre el austero
diseño
de la fachada y la sorprendente decoración interior.
Se trata de un templo que se construye en la época del barroco, con elementos de transición al estilo neoclásico.
Se trata de un ejemplar muy singular que no responde a la generalidad
de las iglesias propias de esta zona, tanto por sus enormes proporciones
como por su particular estética y sus elementos de acabado. Su alta
fachada carece de la perspectiva adecuada para su contemplación debido a
la estrechez de la calle
en la que se encuentra, mientras que dispone de un amplio espacio
delante de su fachada lateral, bastante menos interesante desde el punto
de vista arquitectónico.
A mediados del siglo XX se coloca el monumento al Sagrado Corazón de Jesús encima de la cúpula.
La iglesia tiene planta de cruz latina, con tres naves levantadas con pilares que llevan columnas adosadas.
Sobre el crucero podemos ver una amplia cúpula colocada sobre pechinas; a su vez, la nave central se cubre con bóveda de cañón con lunetos, mientras que las naves laterales lo hacen mediante bóvedas vaídas.
En el interior del templo podemos observar una decoración de temas religiosos y elementos geométricos y vegetales tallados en yesería. Si nos fijamos en las pechinas en ellas figuran escudos nobiliarios y en la cúpula ángeles voladeros entre profusos elementos decorativos.
Una decoración realmente espectacular con muy probable influencia hispanoamericana, destacando el crucero. De interés la imagen de la Virgen de Gracia realizada por Roque Balduque en el siglo XVI. Es residencia canónica de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Paz en su Entrada Triunfal en Jerusalén y Maria Santísima de la Palma, que procesiona el Domingo de Ramos por la tarde.
¡Espero os haya gustado este reportaje!
Sobre el crucero podemos ver una amplia cúpula colocada sobre pechinas; a su vez, la nave central se cubre con bóveda de cañón con lunetos, mientras que las naves laterales lo hacen mediante bóvedas vaídas.
En el interior del templo podemos observar una decoración de temas religiosos y elementos geométricos y vegetales tallados en yesería. Si nos fijamos en las pechinas en ellas figuran escudos nobiliarios y en la cúpula ángeles voladeros entre profusos elementos decorativos.
Una decoración realmente espectacular con muy probable influencia hispanoamericana, destacando el crucero. De interés la imagen de la Virgen de Gracia realizada por Roque Balduque en el siglo XVI. Es residencia canónica de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Paz en su Entrada Triunfal en Jerusalén y Maria Santísima de la Palma, que procesiona el Domingo de Ramos por la tarde.
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Impresionante las yeserías del interior, he ido muchas veces a Marchena pero hasta ahora sólo he visto por dentro la Iglesia de San Juan, gracias por tus reportajes.
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