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Hoy nos vamos a Algodonales.
Nos dirigimos a la cercana plaza de la Constitución, centro social del municipio y en ella nos encontramos la Iglesia parroquial de Santa Ana.
El imponente templo se levantó a finales del siglo XVIII sobre uno anterior, es de estilo barroco y fue obra del arquitecto José Álvarez. La portada principal y la lateral son obra del arquitecto Antonio Matías de Figueroa. Del conjunto arquitectónico destaca su espléndida torre, de considerable altura, compuesta por una caña cuadrada, decorada en su cara principal por aristas redondeadas y vanos enmarcados con rica decoración de perfil mixtilíneo, y en las caras laterales y posterior por pilastras con motivos geométricos.
Su planta es de salón, con tres naves longitudinales, crucero y testero plano. Tiene un gran y rico patrimonio en retablos, pinturas e imágenes.
Después nos vamos a la calle Fuente y allí vemos la Fuente del Algarrobo y los Lavaderos Públicos, ambos construidos en el siglo XIX.
Ahora vemos la Ermita de Jesús Nazareno, edificada en en siglo XVIII con posteriores reformas, es de estilo barroca y neoclásica. En su interior se venera la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Seguimos nuestro recorrido viendo la Fuente Alta, obra del siglo XIX; y dándonos un paseo por las calles y rincones de este hermoso municipio.
Terminamos este paseo por Algodonales en la zona más alta de la población y a las afueras viendo la Ermita de la Virgencita. Está dedicada a la advocación de la Virgen de los Dolores. Data del siglo XIX y su construcción fue realizada por Madoz.
La estética de su arquitectura mezcla motivos neoclásicos y neogóticos con elementos típicos de la arquitectura popular.
¡Espero os haya gustado este reportaje!
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