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Seguimos con la ruta por pueblos de la provincia de Huelva.
Arriba y abajo vemos la plaza del Jamón y en ella se sitúa el Ayuntamiento de la localidad.
Justo al lado del consistorio se levanta la Iglesia parroquial de San Miguel Arcángel.
El incremento demográfico, junto con la independencia de Almonaster (1691-1693), motivó la ampliación del templo para lo que pedirá licencia al arzobispado en 1721. Ante la imposibilidad material de agrandar esta construcción de acuerdo a estas necesidades, se emprende una nueva construcción en 1722, siguiendo el diseño del maestro mayor del Arzobispado Diego Antonio Díaz.
La iglesia actual se trata de un templo del siglo XVIII con un claro estilo neoclásico y con ciertos rasgos del barroco andaluz en una conseguida síntesis.
El interior consta de tres naves de cinco tramos con crucero y ábside de planta cuadrada.
En su interior destacan el Retablo Mayor, barroco del siglo XVIII; las imágenes de los patronos, San Miguel y la Virgen de los Remedios, ambas del siglo XVIII. También destacan las imágenes y el retablo de la capilla sacramental de los siglos XVIII y XIX.
En cuanto al ajuar litúrgico de platería destacan algunos elementos, un portapaz (siglo XVI) y un conjunto de piezas del XVIII, cáliz y vinajeras (siglo XIX), copón mexicano (fines del XVIII).
La localidad es internacionalmente conocida gracias a su jamón producido en la localidad y toda la comarca, que se denomina Denominación de Origen Protegida Jabugo.
De todas las empresas creadas en Jabugo destaca indudablemente las industrias cárnicas, se cuenta que, ya Cristóbal Colón llevó productos de Jabugo en su viajes, pero el gran desarrollo de estas industrias se produjo a principios de siglo XX y que actualmente se mantiene en vigor.
En la entrada del municipio sobre un cerro se levanta desafiante los edificios del Tiro de Pichón.
Construido a principios del siglo XX. Observándose en el mismo la huella artística del arquitecto sevillano Aníbal González, el dinamismo y la simetría de la fachada; el dinamismo se lo da el bicolor por el uso de la piedra y el ladrillo rojo de barro cocido.
Se trataba de un pabellón de caza que mando a construir el primer Marqués de Aracena como lugar de descanso y veraneo de la alta sociedad de Sevilla y para que la familia del monarca, Alfonso XIII, viniese a la Sierra a practicar ese deporte tan de moda en toda Europa.
Tras varios usos incluso el de sanatorio, pasaron muchos años de abandono con fama sobre fenómenos paranormales que ocurrían en su interior.
Hace unos años se rehabilitó el edificio principal y es la sede de la Denominación de Origen Protegida Jabugo. El otro edificio anexo también abandonado, espera paciente que llegue un nuevo uso para su reforma.
Termino este reportaje dando un paseo por las calles y rincones del municipio.
¡Espero os haya gustado este reportaje!
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