viernes, 7 de octubre de 2022

Magna Mariana de Antequera


 


El pasado sábado 10 de septiembre la ciudad malagueña de Antequera vivió un día histórico en el que todas las hermandades se unieron para celebrar el Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Remedios, Patrona de Antequera; el Quinto Centenario de su aparición y el 475 aniversario de su proclamación como Patrona.

Se realizó una procesión Magna Mariana donde participaron todas las imágenes gloriosas incluido el Simpecado del Rocío, todas las dolorosas de Semana Santa en su personalísimos tronos de estilo antequerano y también por las imágenes de Santa Eufemia y el Señor de la Salud y de las Aguas, patronos de la localidad.

La imagen de la patrona, Nuestra Señora de los Remedios Coronada, fue colocada en un majestuoso altar en la plaza de San Sebastián, por donde fueron pasando los 15 tronos que participaban en esta procesión magna.





La Semana Santa de Antequera tiene una serie de elementos diferenciadores del resto de las de Andalucía. Quizá el gran mérito de la ciudad haya sido el haber conservado mucho de lo antiguo sin caer como ocurrió en otros municipios andaluces en el mimetismo de lo sevillano renovado.

Las hermandades y cofradías poseen un rico y monumental ajuar procesional. Desde sus imágenes, en su mayoría esculturas de gran valor artístico realizadas por talladores asentados en la ciudad entre los siglos XVI y XVIII, hasta los bordados de sus mantos y palios, pasando por elementos de platería y entalladura, que están considerados piezas capitales del patrimonio artístico de la Semana Santa de la provincia.

Los desfiles procesionales de Antequera cuentan con una serie de peculiaridades que los hacen únicos en el conjunto de la Semana Santa andaluza. Por una parte, los pasos son portados al hombro por los hermanacos, caracterizados por su indumentaria y por el uso de “horquillas” para sostener el trono cuando está parado. Al frente de ellos va el Hermano Mayor de Insignia que, situándose delante del paso, guía a los hermanacos durante el recorrido de la procesión.

Otra figura central de la Semana Santa de Antequera es el campanillero de lujo que es la fotografía con la que comienza este reportaje: niño o niña de no más de ocho años, perteneciente a una familia de la cofradía, que luce una túnica de terciopelo bordada en hilo de oro con larga cola. Los campanilleros van junto al Hermano Mayor y su misión es tocar unas campanitas avisando de que el trono va a comenzar a andar o de que ya lo está haciendo.

Todas estas características y algunas más, como son las grandes peanas de carrete barrocas de las vírgenes, la tipología del paso de palio de estilo propio con doble bambalina y crestería...

La primera imagen en procesionar era Santa Eufemia, Santa Patrona de Antequera, es una imagen de talla completa obra de Andrés de Carvajal del siglo XVIII.








En segundo lugar le seguía la Virgen del Carmen, obra atribuida a José de Medina a mediados del siglo XVIII, procesiona sobre peana barroca y canastilla pictórica estrenada el paso mes de julio.











En tercer lugar la imagen de María Auxiliadora que no la pudimos ver, obra de los talleres de Olot traída por los Salesianos a finales de los años cuarenta del siglo XX. 







En cuarto lugar iba el Simpecado del Rocío de Antequera que al no ser todavía filial de la de Almonte (Huelva) no tiene carreta propia y participó portado en la carreta de la hermandad del Rocío de Osuna.






En quinto lugar y cerrando las vírgenes gloriosas, desde Santo Domingo venía la Virgen del Rosario en su precioso templete de plata con peana barroca. La Virgen es obra de Juan Vázquez de Vega del año 1587, es de talla completa aunque va revestida con manto.











Después ya comenzaban las dolorosas de Semana Santa, en sexto lugar iba María Santísima de Consolación y Esperanza de la Hermandad de la Pollinica que procesiona el Domingo de Ramos.

La imagen es atribuida a José de Medina del siglo XVIII, destacar la corona de plata del siglo XVIII y el manto bordado en oro por las hermanas del Convento de la Encarnación de Antequera entre 1972 y 1986.












En séptimo lugar iba Nuestra Señora de la Santa Vera Cruz de la hermandad de los Estudiantes que procesiona el Lunes Santo. La imagen de la Virgen es obra de Jerónimo Brenes del año 1643. Destacar la peana de carrete barroca, la corona de plata sobredorada de 1805 y diversos elementos de plata del siglo XVIII.










En octavo lugar iba María Santísima de la Piedad de la hermandad del Rescate que procesiona el Martes Santo. La imagen es obra anónima del siglo XIX. Su trono es de los más modernos siendo todo el conjunto del siglo XX pero guardando la estética antigua.










En noveno lugar seguía Nuestra Señora del Mayor Dolor de la hermandad del mismo nombre que procesiona el Miércoles Santo. La imagen de talla completa y con rico estofado es obra de Andrés de Carvajal en el siglo XVIII. Todo el conjunto del trono es también moderno respetando la estética antequerana. La corona que porta la Virgen es del siglo XVIII.










En décimo lugar iba Nuestra Señora del Consuelo de la hermandad del mismo nombre que procesiona el Jueves Santo. La Virgen es obra anónima del siglo XVII. Es el único trono de palio que rompe con la estética de Antequera y se asemeja más a la de Málaga capital. Destacar el manto de terciopelo rojo bordado en oro por las Hermanas Trinitarias de Málaga en 1952.










En undécimo lugar iba María Santísima de los Dolores Coronada de la hermandad de los Servitas que procesiona el Jueves Santo. La Virgen es obra de Miguel Márquez García del año 1817. Destacar la peana de carrete barroca, el manto procesional de 1795 heredado de una imagen anterior, los varales de plata de 1804 y los bordados del palio también de 1804.













 

En duodécimo lugar seguía Nuestra Señora de la Paz Coronada de la hermandad del mismo nombre que procesiona el Viernes Santo. La Virgen es obra de Miguel Márquez García de 1815. 

El trono es muy característico por la disposición de sus varales, llevando tres en cada esquina. El palio es de principios del siglo XIX de terciopelo negro bordado en oro y plata. En la gloria del techo cuelga una paloma de plata. Lleva crestería y friso realizado por el platero Francisco Durán. Gran peana de carrete barroca realizada por Antonio del Castillo y dorada por Manuel de Borja en 1682. Destacar también el manto de terciopelo azul pavo bordado en oro a finales del siglo XIX.
















     

    En el puesto número 13 iba María Santísima del Socorro Coronada de la hermandad del mismo nombre que procesiona el Viernes Santo. La Virgen es obra anónima del siglo XVI.

    Es otro de los grandes conjuntos procesionales con palio de terciopelo negro bordado en oro y con apliques de plata. Gran peana de carrete barroca, orfebrería de los siglos XVIII y XIX y manto de terciopelo negro bordado en oro en 1818.
















    En penúltimo lugar iba Nuestra Señora del Soledad de la hermandad del mismo nombre que procesiona el Viernes Santo. La Virgen es obra anónima del siglo XVIII.

    Del trono destacar la peana de carrete barroca realizada en 1787, el palio bordado en el año 1846, el manto procesional bordado en 1842, la corona de plata del siglo XIX y los varales de 1924.











    Por último y cerrando la comitiva iba el Señor de la Salud y de las Aguas, Patrón de Antequera. La imagen del crucificado es obra anónima de finales del siglo XVI.

    La cruz del Cristo fue regalada por el gremio de la lana de la ciudad en el año 1700. Procesiona bajo un baldaquino neogótico de finales del siglo XIX.












    ¡Espero os haya gustado este gran reportaje!




    2 comentarios:

    1. Impresionante reportaje y todas las explicaciones.

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    2. Una entrada muy trabajada y con un gran reportaje.

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