Hoy nos vamos a la provincia de León, al municipio La Virgen del Camino, dependiente de Valverde de la Virgen. En este lugar se encuentra nuestro destino, en pleno Camino de Santiago, la Basílica Menor y Real Santuario de la Virgen del Camino.
Según cuenta la leyenda, el 2 de julio de 1505 un pastor de Velilla de la Reina llamado Alvar Simón Fernández recogía su ganado cuando se le apareció entre grandes luces la Virgen María en un lugar llamado El Humilladero, donde se situó una ermita en el terreno de la actual basílica. Esta ermita fue ampliada en el siglo XVIII, dando lugar al anterior Santuario de la Virgen del Camino.
En el siglo XX surgió la necesidad de ampliar el edificio, que se había quedado pequeño para el culto que recibía, especialmente desde que en 1914 la Santa Sede nombró a la Virgen del Camino patrona de la región de León. Entonces se tomó la decisión de sustituirlo totalmente, pero faltaban medios económicos para llevar adelante tal proyecto. Sin embargo, estos llegaron gracias al mecenazgo de Pablo Díez Fernández, un leonés natural de Vegaquemada y emigrante en México, donde prosperó en los negocios. Don Pablo fue el promotor del nuevo santuario, así como del conjunto formado por una Casa de Ejercicios, un colegio internado y un convento para la comunidad de frailes dominicos, encargados de la rectoría del santuario. El nuevo santuario fue inaugurado el 5 de septiembre de 1961.
A finales de los años 1950 los padres dominicos que regentaban el santuario decidieron construir un nuevo templo, para lo que derribaron la anterior iglesia, e iniciaron un nuevo proyecto para el que apostaron por el arte de vanguardia. El proyecto arquitectónico fue elaborado por un fraile de la propia orden, Francisco Coello de Portugal, que diseñó un templo de inspiración racionalista, en la línea de las construcciones de Le Corbusier.
La iglesia es de planta basilical, de una sola nave de 50 x 16 m, sin crucero ni aberturas laterales, recibiendo iluminación únicamente por un espacio de forma cúbica situado sobre el altar, con las paredes lisas y carentes de cualquier ornato. El proyecto preveía un edificio sobrio, austero, que sería complementado con la decoración escultórica, en un conjunto plenamente integrado y armónico. Junto al edificio se sitúa el campanario con forma de cruz, de 50 m de altura, construido en hormigón en un espacio lateral pero separado del edificio.
La basílica actual mantiene su base sobre la misma superficie dl antiguo templo. Se puede ver en la fotografía de abajo como la capilla mayor debía conservarse en el mismo y exacto lugar, con lo que la construcción fue realizándose alrededor del muro que sujetaba el retablo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario