lunes, 2 de abril de 2018

Marchena Sábado Santo 2018





El Sábado Santo estuvimos en Marchena para presenciar la salida de la cofradía de la Soledad.

La hermandad sale de la maravillosa iglesia de Santa María de la Mota en la parte más alta de Marchena dentro del antiguo alcázar que con el paso de los siglos se convirtió en Palacio de los Duques de Arcos del que se conservan algunos restos, galerías y murallas y pegada al templo el Convento de Santa María de la Concepción regido por clarisas dotando a la salida y entrada de la cofradía de un entorno hermoso e histórico.

A las 18:00 horas se abrieron las puertas del templo para comenzar a salir el cortejo nazareno. En la procesión había tres pasos, el Triunfo de la Cruz, el Santo Entierro y el de La Soledad.

El primer paso es el del Triunfo de la Cruz, en él procesiona una cruz del siglo XVII sobre paso realizado en 1941 de metal repujado y dorado con cuatro faroles de orfebrería también dorados. Iba acompañado por banda de cornetas y tambores.











Tras este iban representaciones de todas las hermandades marcheneras tanto las de penitencia con sus hábitos nazarenos como las gloriosas.

En segundo lugar el paso del Santo Entierro, con el Cristo Yacente realizado por Jerónimo Hernández en 1575. Procesiona sobre paso neobarroco tallado y dorado de finales de los años noventa con cuatro faroles de orfebrería también dorados. Iba acompañado por centuria romana y banda de cornetas y tambores, con tambores roncos.















En tercer lugar el paso de Nuestra Señora y Madre de la Soledad, realizada por el escultor Gaspar del Águila en 1574, por lo que es considerada como una de las Dolorosas de vestir más antiguas de cuantas procesionan en la Semana Santa de Andalucía.

El paso de palio se estrenó en 1927 y es una ampliación del anterior realizado a mitad del siglo XIX. El conjunto de saya y manto de salida son de terciopelo negro bordados en oro por Patrocinio López en 1863 y la ráfaga que porta la Virgen al igual que la corona también son del siglo XIX. Iba acompañada por banda de música y por un séquito de mujeres de saya y manto.




















Una de las singularidades más representativas a lo largo de su procesionar son las conocidas moleeras, unas saetas marcheneras, carceleras y cernicaleras que suenan una y otra vez cuando el pueblo se concentra en los alrededores de la Puerta del Tiro, allá sobre las doce de la noche, para "despedir" a su Virgen que vuelve de recogida a su templo.

Esta costumbre, según cuenta la tradición, va tomando cuerpo a lo largo de los años debido a que la imagen de la Virgen de la Soledad se guardaba en la Alcazaba de Marchena, el recinto privado de los duques de Arcos, de modo que el pueblo apenas podía disfrutar de su presencia a lo largo del año. De ahí que su regreso a su templo, durante la procesión de Semana Santa, lo alargaban todo lo posible en esta zona, retrasando su entrada al recinto del palacio ducal. Se dice que por ese motivo el duque se quejaba de estar "molido" por tan larga espera, y de ahí el nombre popular de las "moleeras" que reciben estas saetas.



¡Espero os haya gustado este reportaje!


1 comentario:

  1. Siempre había escuchado de la importancia de la Semana Santa marchenera pero con este reportaje me queda demostrado, habrá que ir a conocerla. Preciosa la Virgen de la Soledad y su singular palio.

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